El cumplimiento de la normativa de Protección de Datos como factor clave en el impulso de la competitividad

Competitividad y protección de datos

 

¿Sabías que las empresas que cumplen con el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) ganan en competitividad? La seguridad en el intercambio de información entre clientes y empresas constituye hoy en día una prioridad para las organizaciones, pues la confianza de su público -y por ende, su competitividad- podrían quedar en entredicho si no se respetan algunas claves básicas del Reglamento.

La transformación digital ha supuesto una revolución en la relación con los clientes, incluyendo nuevos medios como las redes sociales, aplicaciones móviles y tiendas en línea. Sin embargo, estas interacciones en el entorno digital suponen un intercambio de numerosa información personal sensible como la identificación, los gustos, los hábitos de compra o las preferencias de navegación.

Aunque todo ello es útil para acertar con las estrategias empresariales, las personas son cada vez más conscientes del valor de su privacidad. Por esta razón, no están dispuestos a correr el riesgo de que sus datos se empleen para otros fines que no han autorizado o incluso ser víctimas de ciberdelitos por un incorrecto tratamiento de esta información. Esto implica la necesidad ineludible de contar con políticas de gestión de datos personales sólidas y en actualización constante para evitar percances y aumentar así la confianza del público.

La explotación de datos como activo estratégico

Los datos se han convertido en el activo más valioso de las empresas en la actualidad. Las organizaciones aprovechan la información que suministran los usuarios para poder tomar decisiones y definir u orientar estrategias empresariales que generen valor.

Tanto es así, que la llamada economía del dato -aquella en la que se explotan los datos para identificar oportunidades de negocio- supondrá un 4% el PIB, generará valores superiores a los 50.000 millones de euros y empleará a 750.000 trabajadores en el conjunto de Europa para el año 2025.

En el plano nacional, el Plan España Digital 2025 prevé que el 25% de las compañías españolas empleen en 2025 inteligencia artificial y big data. Además, estiman la creación de 20.000 nuevos puestos de trabajo especializados en ciberseguridad, inteligencia artificial y datos.

Esto refleja los pasos que está tomando la sociedad de cara al futuro. Las próximas décadas estarán marcadas por grandes innovaciones en el plano tecnológico y la explotación de datos será un ámbito clave para emprender mejoras en las organizaciones. No obstante, todo este progreso tiene que compaginarse con el respeto a los derechos y libertades de la ciudadanía.

La ética digital en el uso de datos personales, un debate abierto

Aunque los datos verdaderamente supongan una herramienta potente que contribuyen a la diferenciación de las empresas en un entorno cada vez más competitivo, su uso tiene que ser proporcionado, justificado y racional. Por eso, conciliar la competitividad y la protección de datos no es tarea fácil. De ahí que se haya abierto un debate sobre la ética en el entorno digital.

En este sentido, las diferentes normativas en esta materia y, sobre todo, el Reglamento General de Protección de Datos y la Ley Española sobre la materia, inciden en la obligación de informar a las personas acerca de las circunstancias y condiciones del tratamiento de su información personal para preservar el derecho a la privacidad. Incluso el propio Plan de España Digital 2025 contempla en sus objetivos garantizar los derechos de la ciudadanía en el entorno virtual con la redacción de una carta nacional sobre derechos digitales.

Por otra parte, la Agencia Española de Protección de Datos (AEPD) ha dado un paso adelante con el impulso del Pacto Digital para la Protección de las Personas. Entre los principios del Pacto se encuentra fomentar la transparencia en las organizaciones para que los ciudadanos conozcan qué datos se están recabando y para qué se emplean, entre otros aspectos.

La protección de datos, clave en la diferenciación estratégica

La protección de la privacidad es un desafío actual en la prestación de servicios digitales. En una era donde la digitalización es clave para sobrevivir en el entorno empresarial, es imperativo promover una cultura de la privacidad que concilie la oferta de servicios cada vez más personalizados con una correcta gestión en el tratamiento de los datos personales. Así, no solo se protegen los derechos fundamentales de las personas, sino que además se mejora el modo de gestionar las organizaciones.

El impacto del cumplimiento de esta normativa es significativo en las organizaciones. Implantar una buena política de protección de datos implica un aumento en la confianza de la clientela, ya que se sentirá más tranquila si la empresa demuestra una gestión sólida de su información personal.

Esto repercute directamente en su reputación e imagen, ya que será concebida como una organización comprometida con la protección de datos de las personas usuarias. Con todo ello, el valor diferencial que aporta una buena gestión de datos permite situar a las empresas que lo hacen bien en una posición inmejorable, aumentando así su competitividad y calidad organizacional.

Desde Plan B Group, como consultores en materia de protección de datos y en seguridad de la información, brindamos orientación y acompañamiento en el cumplimiento de la normativa para garantizar la seguridad de la información de las personas, tanto en adaptaciones del RGPD como en normas específicas como la ISO 27001 o la ISO 27701. Si necesitas una asesoría personalizada en materia de protección de datos o en estándares ISO para tu negocio, ¡no dudes en contactar con nosotros!

 

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