Coincidiendo con el Día Mundial de Eficiencia Energética, desde Plan B Group nos gustaría aportar nuestra opinión acerca de una de las herramientas que puede ser idónea para ser implantada en aquellas organizaciones con una especial preocupación en este tema.
Se trata de la norma UNE-ISO 50001:2011 de Sistemas de Gestión de la Energía, elaborada por el comité técnico AEN/CTN 216 de Energías renovables, cambio climático y eficiencia energética. El propósito de esta norma internacional es facilitar a cualquier tipo de organización, establecer los sistemas y procesos necesarios para mejorar su desempeño energético, incluyendo la eficiencia energética y el uso y el consumo de la energía, destinada a conducir a la reducción de las emisiones de gases de efecto invernadero y de otros impactos ambientales relacionados, así como de los costes de la energía a través de una gestión sistemática.
Desde este punto de vista, la relación existente con otra normativa ambiental, como es la UNE-EN-ISO 14001:2004 es patente, y con altas sinergias.
Este tipo de herramientas como es la ISO 50001, forman parte de una de las soluciones al modelo energético actual, que debe pasar por la eficiencia energética y la implantación de tecnológicas no emisoras. Desde el lado de la demanda, es desde donde cualquier organización puede actuar, fundamentalmente buscando alternativas energéticas que tengan la mayor capacidad de contribuir a la reducción de emisiones, que implicará, sin ningún género de dudas, beneficios económicos netos a quien las implanta, además de beneficios ambientales claros a la sociedad en general.
Como cualquier esquema ISO, la norma de gestión de la energía ISO 50001, se enmarca dentro de un círculo de mejora continua, en donde las actividades de planificación, ejecución, comprobación y evaluación, forman parte fundamental en las políticas de eficiencia energética de la norma citada. En concreto, las auditorías de eficiencia energética se tornan como elemento imprescindible para determinar lo que se denomina “Línea Base” y los “Indicadores de Desempeño Energético”.
Además, la norma ISO 50001 plantea otra serie de requisitos relevantes, entre los que cabe destacar los siguientes:
– Responsabilidad de la alta dirección de la empresa, demostrando el compromiso de suministrar los recursos necesarios para establecer, implantar, mantener y mejorar el sistema de gestión de la energía, comunicando la importancia de ésta, en el seno de su organización, involucrando a todos los niveles de personal existentes.
– Política energética, en donde se defina el compromiso de la organización de cumplir con los requisitos legales aplicables, y el apoyo de la adquisición de productos y servicios energéticamente eficientes. Se pretende que sea el elemento propulsor para gestionar el comportamiento de la organización.
– Control operacional, planificando e identificando aquellas actividades de mantenimiento relacionadas con el uso de la energía, y que se efectúan bajo las condiciones idóneas de eficiencia.
– Seguimiento, medición y análisis, que asegura la correcta evaluación de los indicadores de desempeño energético, que permita mejorar continuamente el sistema de gestión de la energía.
Las principales conclusiones de organizaciones en las que ya se ha implantado la norma ISO 50001 son las siguientes:
– Disminución de un % elevado del consumo de energía total
– Ayuda en la toma de decisiones por parte de la alta dirección.
– Optimización de las potencias instaladas
– Optimización del uso de los equipos
– Alto nivel de concienciación por parte de los trabajadores
– Mayor control por parte del responsable de mantenimiento
– Muchas de las medidas se pueden implantar en el corto plazo
– Tasas de retornos de inversión en tiempos muy pequeños.
– Actuaciones de mejora con retornos económicos directos.
En definitiva, para todas aquellas organizaciones que estén pensando que su factura energética es elevada, se hace necesario que se planteen la implantación de esta norma a corto plazo, dado que propiciará una concienciación absoluta a todos los niveles, que redundará en una eficiente gestión energética, identificando además, oportunidades de mejora que se puedan implantar a corto, medio y largo plazo en la gestión diaria.
Texto por Alberto J. Santana Pérez, CEO de Plan B Group
Imagen de Joiseyshowaa en Flickr
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